Advertencia a la humanidad cuando se olvida de las bendiciones de Dios
Sura 100. Al-‘Adiyat (Los Corceles)(en árabe: سورة العادیات) es la centésima sura del Sagrado Corán. El nombre de la sura se adopta de su primer versículo y significa "los que galopan". Esta Sura se encuentra en la parte treinta del Corán y existen diferentes opiniones sobre si es Mecana o Medinesa.
La Sura al-Adiyat habla de los que se esfuerzan, la resurrección en el Día del Juicio y la ingratitud del ser humano.
ORDEN Y LUGAR DE LA REVELACION
Existen diferentes opiniones sobre si esta sura es Mecana o Medinesa. El libro Tafsir Nemune la ha considerado medinesa [3] y Muhammad Hadi Ma'rifat la ha considerado Mecana y sostiene que es la decimocuarta sura revelada al Profeta (PBD). [4] [5] En el orden de la recopilación del Corán, es la centésima sura, ubicada en la parte treinta.
Contenido de la Sura
Esta sura comienza con la descripción de aquellos que luchan por el camino de Dios. Luego menciona la ingratitud del ser humano frente a su Señor y su tacañería debido a su excesivo deseo de propiedad y afiliación al mundo. También recuerda los eventos del Día del Juicio.
La Sura amonesta al hombre por ser desagradecido con Dios: "Ciertamente, el hombre es desagradecido con su Señor". (Verso 6)
La humanidad también ha sido amonestado en otros versos del Corán por diferentes razones como ser codicioso, impaciente, injusto, ignorante, etc. En algunos otros versículos, Dios honra a la humanidad y la considera superior a las demás criaturas. Esto se debe a que en el ser humano actúan dos fuerzas y dos formas de tomar decisiones: el intelecto y el instinto. Si se usan en el camino del servicio a Dios y en el camino divino, ayudan a la persona a avanzar hacia la perfección, pero si se usan en el camino de los deseos y caprichos, se alejarán del propósito principal de la vida.
Una de las razones por las que el hombre se desvía de esa meta es su amor por las riquezas y las cosas mundanas. “porque guarda un código apasionado por los buenos materiales. (Verso 8)
En este verso, la riqueza mundana se describe como "buena" para enseñar a la humanidad que si la riqueza se obtiene a través del camino correcto y se usa para buenos propósitos en el camino correcto, se considera "buena".
Allameh Tabatabaei cree que "bueno" en este verso se refiere no solo a la riqueza, sino a todo lo que es bueno. Dice que como el hombre ama innatamente las cosas buenas, se siente atraído por ellas y esto le hace olvidar que está agradecido a Dios.
